El éxito antes del trabajo está solo en el diccionario


Cuantas veces nos quedamos esperando que los éxitos en la vida nos vengan de pura suerte o damos excusas para encubrir nuestra falta de responsabilidad y perseverancia.

“No tengo tiempo”,” No me siento bien”. ¿Reconoce estas excusas? En realidad la excusa es la distancia mas corta entre la responsabilidad y la irresponsabilidad. Muchas veces presuponemos que una circunstancia externa es más poderosa que nosotros y domina nuestro destino. Aparentemente las excusas son muy útiles; reducen el trabajo y no cuestan nada. Lo único que se necesita es un poco de creatividad para que parezcan verdaderas.

Pero las excusas tienen el costo escondido de mermar nuestra responsabilidad, encubriendo nuestra dejadez y generando un clima de desconfianza e hipocresía en un grupo u agremiación. Como dice Benjamín Franklin. “Aquellas personas que son buenas dando excusas, es probablemente para lo único que son buenos”. Entonces el dilema está en: Si es tan negativo para nosotros ¿Por qué lo hacemos?...
Cuando la cultura de las excusas se asienta en un equipo, es como si le sacasen las llantas a un automóvil. Dentro del auto uno siente que el motor está prendido, que puede acelerar, pero que no llega a ningún lado.

Pero por otro lado culpar a otros de sus problemas aleja la sensación de inferioridad generada por el incumplimiento de sus responsabilidades. En ese nivel las excusas nos permiten engañarnos a nosotros mismos y creer que no somos nosotros los equivocados y de esa forma erróneamente entendemos que nos libramos.
Entonces. Si partimos de tratar de excusarnos lo menos posible, estamos partiendo de algo, y estaremos mejorando gradualmente, pero lo importante es que lo estaremos haciendo. Trasando las metas, las mismas que nos proporcionarán oportunidades para superarnos; pero el problema radica cuando perdemos la perspectiva de su importancia; eso es otro detalle. La gran masa adulta del país dicen que a los jóvenes les falta penetrase mas a su realidad. Yo diría mejor que nos falta soñar más, partiendo de un bello sueño del ver al país con una calidad de vida buena y trabajando para instruirnos a mejorar aquella realidad vejatoria en la vivimos. Trabajando hay triunfos, pues el único lugar donde el éxito viene antes del trabajo es el diccionario. Para todos es hermoso soñar, más hermoso es saber que el futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños.

Todos debemos superar todas estas dificultades y tener el gran objetivo de llegar a ser lideres por diferentes medios, ya sea por ser visionarios, creativos, o por la integración. Todo tiene un elemento común que nos otorgaría la denominación de líderes, que es, la pasión por lo que hacemos. El liderazgo para mi, es el arte de lograr que otra persona haga algo sin imponer, es decir, que haga algo que tú quieres por que ella realmente lo quiere.

En la época de las cavernas, la única forma de subsistir el acecho de las bestias salvajes era el trabajo en equipo. Hoy ¿Cómo sobrevivir? La respuesta es obvia, volviendo a nuestros orígenes, formando equipos o alianzas, llenos de confianza y con ganas de querer hacer las cosas. Tú debes ser el cambio que quiere ver el mudo.


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